Infórmese más sobre los tipos más comunes de hepatitis virales, cómo se transmiten y cuáles son las diferentes poblaciones afectadas.
Hepatitis A
La hepatitis A es una infección del hígado muy contagiosa que puede variar desde una enfermedad leve que dura pocas semanas hasta una enfermedad grave que dura varios meses.
Por lo general, el virus de la hepatitis A se transmite cuando una persona ingiere el virus mediante el contacto con objetos, alimentos o bebidas que estén contaminados con materia fecal o heces de una persona infectada. La hepatitis A se puede prevenir fácilmente con una vacuna segura y eficaz que se recomienda para todos los niños a la edad de un año y para los adultos que podrían estar en riesgo.
Hepatitis B
La hepatitis B es una enfermedad del hígado causada por la infección con el virus de la hepatitis B. En algunas personas, especialmente las que se infectan cuando son bebés, la infección causa una enfermedad crónica o de por vida.
El virus de la hepatitis B se propaga principalmente cuando la sangre, el semen o determinados líquidos corporales de una persona infectada entran al cuerpo de otra persona no infectada. El virus se puede propagar a través de la transmisión sexual y mediante el contacto con sangre, como al compartir los implementos para inyectarse drogas.
El virus de la hepatitis B también puede pasar de la madre infectada al bebé durante el nacimiento si el bebé no recibe la vacuna contra la hepatitis B. Por eso, la vacuna contra la hepatitis B se recomienda para todos los bebés apenas nacen y para todas las personas que estén en mayor riesgo.
La hepatitis B es común en muchas partes del mundo, como en Asia, las islas del Pacífico y África. Desafortunadamente, muchas personas se infectaron antes de que la vacuna contra la hepatitis B estuviera ampliamente disponible. Por esa razón los CDC recomiendan que todas las personas que nazcan en áreas donde la hepatitis B sea común, o cuyos padres hayan nacido en esas regiones, se hagan la prueba de la hepatitis B.
Hepatitis C
La hepatitis C es una enfermedad del hígado causada por la infección con el virus de la hepatitis C. La mayoría de las personas que se infectan con este virus suelen presentar después una infección crónica que causa graves problemas de hígado.
Por lo general, el virus de la hepatitis C se propaga cuando la sangre de una persona infectada entra al cuerpo de otra persona no infectada. En la actualidad, la mayoría de las personas se infectan con hepatitis C por compartir agujas, jeringas o cualquier otro implemento para inyectarse drogas.
De hecho, en los últimos años han aumentado las tasas de infecciones nuevas entre las personas jóvenes que se inyectan drogas. Aunque los casos son raros, la hepatitis C se puede transmitir sexualmente, así como de las madres infectadas a sus bebés. En el pasado, la hepatitis C se propagaba por medio de transfusiones de sangre y trasplante de órganos.
Sin embargo, en 1990 se comenzaron a hacer pruebas generalizadas en los bancos de sangre, y para 1992 el virus de la hepatitis C fue virtualmente eliminado.
Las personas nacidas entre 1945 y 1965, los llamados baby boomers, tienen cinco veces más probabilidades de presentar hepatitis C. Desafortunadamente, no se comprende del todo la razón por la que los baby boomers tienen altas tasas de incidencia de hepatitis C.
Se cree que la mayoría de los baby boomers se infectaron en las décadas de 1960, 1970 y 1980, que son los años de mayor transmisión de la hepatitis C.
Los CDC recomiendan que las personas nacidas entre 1945 y 1965, así como todos los que estén en riesgo, se hagan la prueba para detectar la hepatitis C.
Fuente: https://www.cdc.gov/spanish/especialesCDC/HepatitisViral