El 15 de febrero se celebra el Día Internacional del Cáncer Infantil con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre esta enfermedad y para tratar de que todos los niños del mundo tengan acceso a un diagnóstico y tratamiento adecuados. Según el informe del “Observatorio de cáncer” cada año se diagnostican en España alrededor de 1000 cánceres nuevos en pacientes menores de 14 años.
Por año, se diagnostican alrededor de 300.000 niños de entre 0 y 19 años con una enfermedad oncológica en el mundo. En Argentina, anualmente se detectan en promedio 1.320 casos de personas de entre 0 y 15 años con cáncer, a razón de 3 por día.
El tipo de cáncer más frecuente de la infancia es la leucemia linfocítica aguda, seguida por los tumores del sistema nervioso central y los linfomas (que afectan a células del sistema inmunológico). Por lo general, en comparación con los adultos, los niños y adolescentes presentan mayor tolerancia a tratamientos agresivos y mejor capacidad de recuperación.
La mayoría de los tipos de cáncer infantil se puede tratar con medicamentos, cirugía, radioterapia y quimioterapia. El diagnóstico precoz es fundamental para aumentar las probabilidades de tener un pronóstico favorable. Por eso, los especialistas insisten en que ante cualquier síntoma fuera de lo común, los padres o cuidadores deben consultar con el pediatra, y no descartar ninguna posibilidad.
Después del tratamiento: Convertirse en un sobreviviente a largo plazo
Después de completado el tratamiento contra el cáncer, los pacientes a menudo continúan recibiendo atención de seguimiento. A veces esta atención dura varios años.
Los tratamientos contra el cáncer salvan vidas, pero pueden causar problemas de salud más tarde en la vida. Los sobrevivientes del cáncer infantil deben cuidar de su salud, realizarse controles regulares y darle a su médico local detalles sobre sus antecedentes de cáncer.
Fuente: Dr. Adrián Guillen/Consultor y auditor médico para empresas de seguros/ Especialidad Medicina General.